Febrero es el mes del amor y no todos quieren una cena con violines, velas y pétalos de rosa sobre la mesa. Aunque, si eso es exactamente lo que quieres, igual sigue leyendo porque las cenas románticas son varias veces más románticas en un viaje, se sabe.
Si buscan algo muy memorable en un ambiente que levanta el romance, lo suyo está en San Luis Potosí, una joya colonial que el tiempo no ha lastimado, como esperamos que pase con su amor. Aquí tienen la oportunidad de dar largas caminatas (en verdad largas) por una “zona centro” que parece no tener final y que les dará el tiempo y espacio suficiente para platicar de todo mientras se enamoran de las fachadas, monumentos, fuentes, calzadas y seguramente también de ustedes mismos.
Si prefieren la tranquilidad, el eco de las olas y la arena en sus pies, tienen que conocer La Pesca o Barra del Tordo, dos playas ubicadas en Tamaulipas donde no es necesario pelear por un metro cuadrado de arena ni hacer filas inmensas para tomarte una foto. Son playas hermosas, tranquilas y que los invitarán a alargar su plática para disfrutar del atardecer, aunque les recomendamos más iniciar muy temprano su cita para disfrutar los aún más hermosos amaneceres del golfo.
Si no se deciden, Monterrey es una pequeña mezcla de todo. Pueden iniciar el día tomando un brunch en uno de los numerosos restaurantes de la ciudad o haciendo caminata por uno de sus muchos cerros, como La Silla o Chipinque. Por la tarde pueden caminar por el Paseo Santa Lucía o la Macroplaza y llegar a uno de sus Museos, solo para terminar la noche con unos buenos tacos. Después de todo no es la comida, sino la ciudad y la compañía lo que importa.
¿Cuál de estos destinos se te antoja más? ¿O tú cuál #DestinoTranspais visitarías?